Pequeñas tarjetas de plástico sin ninguna información escrita en ellas son tarjetas RFID en blanco. A simple vista, parecen tarjetas normales, pero están huecas en el centro. Usando un dispositivo especial, estas tarjetas pueden ser programadas con información importante, como el nombre de una persona o su número de identificación. Envían paquetes de un dispositivo a otro sin usar cables mediante una Identificación por Radiofrecuencia (RFID). Esto significa que pueden transmitir y recibir información simplemente estando cerca de un lector.
Las tarjetas RFID NoBlank pueden utilizarse para ayudar a gestionar quién puede entrar en ciertos lugares, como escuelas o empresas. Esto es extremadamente necesario ya que mantiene la zona en condiciones seguras. Por ejemplo, una escuela debe ser accesible para los profesores y el personal autorizado, pero no para los estudiantes. Un trabajador podría tener una tarjeta que le permita acceder solo a algunas áreas de su lugar de trabajo. Esto significa que las personas innecesarias, como extraños, no pueden acceder a zonas clave. Esto nos ayuda a mantener a todos seguros y asegurarnos de que solo las personas correctas puedan ir a los lugares adecuados.
Las tarjetas RFID en blanco, cuando se personalizan, pueden ayudar con la identificación de personas. Esto es extremadamente útil cuando los profesores toman asistencia en las escuelas. Ya no es necesario llamar los nombres, los estudiantes solo pasan su tarjeta para indicar que están presentes. Eso acelera el proceso y lo hace más fácil. En uso comercial, estas tarjetas también pueden registrar cuándo entran y salen los empleados. Pueden tener el nombre o número de ID de una persona. Esta información luego puede ser leída por un dispositivo especial como un lector de tarjetas. Tan pronto como alguien pasa su tarjeta, el dispositivo ya sabe quién es el cliente. Tener todo en un solo lugar ayuda a las organizaciones a mantenerse organizadas.
Las tarjetas RFID en blanco pueden ser fantásticas para diseñar sistemas de fidelización para tiendas también. Cuando los clientes compran cosas en una tienda determinada, pueden obtener una tarjeta que registra sus recompensas. Esto significa que acumulan puntos con cada compra. Los puntos se pueden canjear por descuentos o promociones. Fomenta que los clientes realicen compras adicionales y ayuda a las tiendas a retener a sus clientes. Hace que las compras sean más divertidas y más recompensadoras para todas las partes.
Hay muchos casos de uso para tarjetas RFID en blanco, desde el transporte hasta los pagos. Los sistemas de transporte público, por ejemplo, pueden utilizar dichas tarjetas para facilitar el embarque rápido de los pasajeros. En lugar de esperar en largas filas para comprar boletos o esperar para entrar a oficinas que los venden, los pasajeros simplemente tocan sus tarjetas en un lector y abordan el autobús o tren de inmediato. Esto hace que los viajes sean considerablemente más rápidos y fluidos. Los sistemas de pago también lo hacen, utilizando datos RFID. Las personas pueden pagar sin necesidad de pasar sus tarjetas, simplemente acercándolas al lector. Eso significa que no necesitan retirar efectivo ni pasar sus tarjetas, lo que hace que las compras y los pagos sean más fáciles.