¿Te has preguntado alguna vez cómo las tiendas hacen un seguimiento de todos sus productos? ¡Puede ser bastante complicado! Utilizan algo llamado gestión de inventario. En otras palabras, mantienen una gran lista que indica qué tienen y dónde se encuentra cada producto. Es como recordar dónde hemos puesto todos nuestros juguetes o libros. Es difícil, especialmente cuando tienes muchos. Sin embargo, las tiendas necesitan tener un sistema especial para mantenerlos en orden.
¡Etiquetas RFID imprimibles al rescate (impresas)! RFID es un acrónimo de Radio Frequency Identification. Es una etiqueta especial que se imprime en papel o adhesivos. Estas etiquetas vienen con una pequeña antena dentro de ellas. Esta antena recibe y transmite ondas de radio, que son básicamente mensajes SMS invisibles. Cuando un lector emite una señal, la etiqueta devuelve su información. Esto implica que la etiqueta puede informar al lector el nombre de la etiqueta y el lugar.
Ahora, pasemos al seguimiento de artículos. El seguimiento es similar a la gestión de inventario, pero en lugar de artículos físicos, mide activos más grandes como equipos y máquinas. Mantener un seguimiento regular es crucial para que las tiendas sepan dónde están, quién los tiene y hasta qué punto necesitan reparación o mantenimiento. ¿Y si te robaran tu bicicleta? Querrías saber dónde está y quién la tiene.
¡Las etiquetas RFID imprimibles también son muy útiles para el seguimiento de estos artículos más grandes! Estas etiquetas pueden ser adheridas a equipos y máquinas de la misma manera que se colocan en productos. Pueden indicarles dónde está ubicado el artículo, quién lo tiene actualmente y cuándo podría necesitar mantenimiento cuando alguien usa un lector para escanear una etiqueta. De esta manera, las tiendas no perderán nada importante en el proceso y podrán gestionarlo todo de forma fluida.
¡El uso de etiquetas RFID imprimibles ayuda mucho cuando se trata de logística! Desde el principio del proceso, estas etiquetas pueden ser adjuntadas a los productos. Esto significa que todas las personas involucradas en el movimiento de los productos pueden escanear las etiquetas en cualquier momento para saber exactamente dónde están los productos. Sí, incluso si están en un camión o en una estantería, todos pueden mantenerse al tanto. Esto asegura que los productos lleguen a la tienda más rápidamente y no se pierdan. ¿Tu juguete favorito se perdería en el camino a la tienda, no? ¡Qué frustrante!
De esta manera, no tuvieron que contar los artículos o productos uno por uno a mano, sino que con la ayuda de las etiquetas RFID, pudieron escanearlos. No solo ha ahorrado mucho tiempo, sino que el trabajo fue mucho más rápido y eficiente. Además, es menos probable que ocurran errores con las etiquetas RFID, porque esta información ya no necesita ser escrita a mano. Revisar las etiquetas les permite verificar que tienen la información correcta y que no hay errores.
¡Incluso la gestión de la cadena de suministro tiene sus usos para las etiquetas RFID imprimibles! También facilitan el seguimiento de cada paso en el proceso para que todo funcione sin problemas. Pero cuando todos pueden ver dónde están las cosas y qué está pasando, todo funciona mejor.” Estas etiquetas también ahorran dinero a largo plazo, ya que cuanto más personas puedan trabajar más rápido y eficientemente, menos dinero se tendrá que gastar en mano de obra, y se cometerán menos errores que corregir después.