¡Hola jóvenes lectores! Hoy aprendamos sobre algo muy interesante: las etiquetas RFID. ¿Has visto alguna vez etiquetas RFID? Son pequeñas cosas que nos permiten rastrear diversos artículos y objetos a nuestro alrededor. Son realmente útiles en muchos contextos, así que estoy emocionado de contarte un poco más sobre ellas. ¡Sumérgete y aprendamos más!
RFID es la abreviatura de radio-frequency identification. En términos simples, este es un término amplio, simplemente significa que estos pequeños dispositivos se comunican con otro dispositivo (como una computadora) utilizando ondas de radio. A pesar de estar disponibles durante un número significativo de años, estas tecnologías están comenzando a despegar ahora simplemente porque pueden hacer mucho. Hay muchos usos diferentes para las etiquetas RFID. Se pueden usar para monitorear mercancías en las tiendas, por ejemplo, para asegurarse de que todo esté en su lugar adecuado. También se utilizan para la recuperación de gatitos y cachorros, se usan para ayudar a localizar perros y gatos perdidos.
A continuación, necesitamos definir, ¿qué es un activo? Activo: Un activo es cualquier recurso propiedad de una empresa. Un computador, una silla, un coche, puede ser cualquier cosa. Por lo tanto, llevar un registro de los activos para que las empresas sepan dónde está todo y cómo usarlo, es muy importante. Las etiquetas RFID pueden simplificar este proceso significativamente. Por ejemplo, digamos que una empresa tiene muchos portátiles para que sus empleados los utilicen. Pueden etiquetar cada portátil con una etiqueta RFID. Entonces, cuando alguien toma un portátil, la empresa puede registrar su salida y entrada con un escáner especial. De esta manera, siempre sabrán quién tiene qué portátil y cuándo lo tomó. Esto optimiza el proceso y mantiene todo organizado.
La gestión de inventario es un aspecto clave del negocio. El inventario se refiere a todos los bienes que una organización tiene en stock para la venta. Las empresas deben asegurarse de que pueden mantener suficiente suministro para que los clientes puedan comprar lo que desean. De algunas maneras fundamentales, las etiquetas RFID son una gran ayuda para esto. Primero, ayudan a acelerar y simplificar el conteo de artículos. En lugar de contar cada artículo individualmente (lo cual puede llevar tiempo), una empresa puede escanear todas las etiquetas RFID a la vez con un escáner. Ahora tienen un recuento preciso de cuántos artículos poseen. Esto ayuda a las empresas a entender si necesitan colocar más productos en la cadena de suministro o si tienen suficiente para satisfacer la demanda del cliente.
Las etiquetas RFID son excelentes herramientas cuando se utilizan correctamente, pero hay algunas consideraciones clave. Primero, las etiquetas RFID deben estar muy cerca del escáner para funcionar adecuadamente. Eso significa que pueden ser menos adecuadas para rastrear cosas que se mueven mucho, como humanos o mascotas. Si una mascota se aleja demasiado del escáner, la etiqueta puede ser incapaz de enviar una señal.
Y ahora, para la gestión de la cadena de suministro. Esto asegura que los productos sean entregados del fabricante (el lugar donde se crean los productos) al cliente de la manera más rápida y eficiente posible. Hay varios roles significativos que las etiquetas RFID desempeñan en la gestión de la cadena de suministro. Por ejemplo, el seguimiento de los productos a lo largo de la cadena de suministro. Esto significa que las empresas pueden ver el estado actual de las cosas y si hay contratiempos con la entrega de productos a los usuarios.
Las etiquetas RFID también previenen la venta de productos falsificados. Los productos falsificados son productos que simulan ser originales pero no provienen de la marca. Cuando se coloca una etiqueta RFID en cada producto, las empresas pueden validar la autenticidad del producto. Pero detrás de escena, esto protege a los clientes de comprar productos falsificados y asegura que reciban lo que pagaron.